"La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan..
SIMÓN BOLÍVAR."

miércoles, 1 de mayo de 2013

APRENDER A DESAPRENDER......



                                  APRENDER A DESAPRENDER

                             Por: Antonio Pérez Esclarín

Hoy se insiste  mucho en la necesidad de aprender a aprender,   aprender a  comprender y aprender a  emprender,  pero lo más importante,  difícil y condición para todo lo anterior,  es aprender a desaprender.

Eduardo Galeano nos recuerda la historia de un hombre y una  mujer que, fascinados por ese paisaje de colorido y luz que veían  ante sus ojos, se dijeron fascinados: “Vamos a buscar el horizonte”. Caminaban y caminaban, y a medida que avanzaban, el horizonte se iba alejando de ellos. Decidieron apresurar sus pasos, no detenerse ni un momento, desoír los gritos del cansancio, el hambre, la sed…Inútil, por mucho que aceleraron la marcha y multiplicaron sus esfuerzos, el horizonte seguía igualmente lejano, inalcanzable. Cansados y decepcionados, con los pies destrozados de tanto andar y ante el vértigo de la sensación de haberse fatigado inútilmente, se tumbaron sobre el piso y se dijeron desanimados: “¿Para qué nos sirve el horizonte si nunca vamos a alcanzarlo?” Y oyeron una voz que les decía: “¡Para que sigan caminando!”

En educación, como en la vida, no hay camino hecho, se hace camino al andar. Lamentablemente, muchos piensan que el camino ya está hecho y se lanzan a recorrerlo rutinariamente: programas, clases, evaluaciones, notas…Se suceden los cursos y los años siempre iguales. La gran tragedia de la educación es pensar que educar es recorrer rutinariamente caminos trazados por otros y no inventar caminos nuevos. La rutina crea la ilusión de que se camina, pero es un movimiento que, si bien se presenta como fácil, nos va alejando de la meta porque nos va desalmando, nos va agusanando el corazón, nos hace perder el entusiasmo, nos lleva a perder de vista por completo el   horizonte.

Otros hablan de la necesidad de buscar caminos nuevos, de que ya no sirven los viejos, pero se quedan instalados en sus seguridades, hablando del camino, en lugar de ponerse a inventarlo. Tal vez, cambian sus palabras, asimilan el discurso de los cambios, pero siguen enquistados en las viejas prácticas, rituales y rutinas, que con frecuencia les llevan en dirección opuesta a la que dicen quieren ir o están yendo

Hay quienes confunden el camino con las superautopistas que nos brindan las nuevas tecnologías y piensan que si ponemos computadoras e Internet en las escuelas y si incorporamos a las aulas el powerpoint y el videobean, ya tenemos resuelto el problema educativo. Ignoran que las nuevas tecnologías son sólo medios que debemos saber aprovechar si estamos claros de a dónde queremos ir, pero que ciertamente no nos van a señalar el camino ni a librarnos  del esfuerzo de “hacer camino”.

Otros confunden el camino con el mapa: gastan sus energías en elaborar una maravillosa planificación estratégica, con su misión y su visión perfectamente redactadas, en la que plantean un gran proyecto educativo, especificando objetivos y estrategias, pero el proyecto queda ahí, en el papel, no pone a caminar el centro educativo en un movimiento innovador, consciente y reflexivo, no desrutiniza las prácticas, no enseña a desaprender, no genera participación, investigación, entusiasmo, cooperación. No se puede transformar la realidad con respuestas, sino con preguntas. Las respuestas que ya existen sirven apenas para la reproducción de la realidad existente. De ahí la necesidad de no meramente cambiar el discurso, sino de  pasar de la pedagogía de la respuesta que forma seguidores de caminos existentes y adoptar una pedagogía de la pregunta, que forma constructores de caminos que todavía no existen. Esto exige romper con prácticas acomodadas,  rutinas, rituales, hábitos, costumbres. Supone, en una palaba, desaprender la cultura enquistada en las viejas prácticas educativas, que nos impide innovar, crear, inventar la nueva escuela y la educación hoy necesaria.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario